¿Qué estás haciendo?

Si, hay guerra.
Si, están engañándonos continuamente.
Si, estamos dentro de un sistema que nos hace cada vez más débiles.
Si, estamos en cautiverio.

Pero No,
¿¡Qué estás haciendo?
No te abandones así, no te rindas...
La vida es maravillosa,

Elegir pelear en uno de los frentes, no importa cuál, es gratificante, saberse dueño de la libertad para escoger que ideales tener, de qué modo vivir la vida… Si, es cierto, por ahora son mayoría y tienen cierto control, pero aún quedan espíritus inquietos con ganas de crearse sus propios moldes.

Todavía resuenan los gritos en la sangre de algunos que no desean darse por vencidos Mientras haya al menos uno, mientras siga viva la esperanza, la alegría de compartir, el Amor en cualquiera de sus formas.

Cada vez que la sonrisa sincera aflore espontáneamente, cada vez que dos seres realmente se encuentren para disfrutarse el uno al otro, cada vez que un grupo se una con el deseo de ser lo mejor que pueden ser para otros y no por dinero, sino por conciencia y Libertad…

Mientras eso siga sucediendo, no nos pueden.
Asique refuerza tu sonrisa mi amigo, en mi afán por ser directo en los mensajes caí torpemente en el pesimismo.
Me rectifico ahora, eso está muy lejos de la forma en que siento la vida, me gusta estar aquí, en este juego, me gusta que la batalla sea dura, pues así pongo a prueba mi capacidad para reconocer aliados y enemigos,
Ilusorios también, pero reales aquí.
Desecha el malestar, no hay nada a qué temer,
Desde que recuerdas tu naturaleza, lo peor que puede pasarte es morir,
Y morirás de cualquier forma,
Asique ya ves, nútrete de todo lo que la vida te ofrezca,
Quizás no tengas otra oportunidad.
Tal vez sea esta, tu última salida...

Mamífero racional,

¿Qué estás haciendo con tu vida,
… qué estás haciendo contigo?

Huenupán

No eres nadie

Están debilitando tus cuerpos, están debilitando tu mente, han confundido tus emociones y someten a tu espíritu.
¿Cómo reaccionas ante tal información?
Me gustaría que te animes a dudar,
La guerra ya no es cuerpo a cuerpo,
Se ha perdido la lealtad en la batalla,
Ahora atacan tu cerebro y te convierten ti mismo en tu propio enemigo.
El punto no es pelear contra ti, sino contra lo que crees ser.

No eres tu profesión, ni tu lugar social, no eres tu puesto en la familia, ni tu cargo político,
No eres tu nivel económico, no eres tu nacionalidad, ni eres tus emociones, no eres tu cuerpo, ni tu mente.
¿Qué eres entonces?

Eres conciencia infinita, eternidad, algo que no puede ser explicado por la razón porque está más allá de la mente,
En el espacio vacío, en la nada.
Si, en la nada existe algo de una naturaleza diferente.
No intentes comprenderlo pues no tiene sentido,
Siéntelo, percíbelo, déjalo ser,
Déjate ser entre el desierto de arenas que te ocultan,
Mírate al espejo sin ver lo que ya conoces,
Penetra en tus ojos,
Estás allí, prisionero de procesos que son ilusorios,
Tu cuerpo morirá, tu mente morirá, tu destino es un cajón,
Serás polvo, serás agua, serás nada,
Y sin embargo existirás más allá del tiempo y del espacio,
Fuera del mundo virtual, necesario, pero irreal.
Quizás aún no estemos preparados para comprender como es que se unen ambos mundos,
Tal vez sigamos siendo animales-hombres incapaces,
Es posible que estemos completamente engañados sobre la verdadera forma en que ocurren las cosas.
Pero si continúas preocupándote por cosas efímeras,
Si pretendes alcanzar la eternidad sin esfuerzo alguno de tu parte, nadie te ayudará.

¿Por qué razón deberían ayudarte si ni siquiera tu mismo te ayudas?
No dices que no a tus instintos más básicos, no dices que no a tus emociones,
No controlas el curso de tu pensamiento,
Eres una hoja arrastrada aquí y allá por las circunstancias sin jamás haberte preguntado cuál es tu responsabilidad en lo que ocurre contigo,
No te respetas, no te valoras, no deseas salir,
Solo gimes ayuda, necesitado, hambriento, como si no hubieses sido dotado de la capacidad para conseguir alimento,
Como si no pudieses hacer absolutamente nada para cambiar al menos la porción de mundo en la que vives,
¿No estás cansado de mendigar?

Cuando tu voluntad se imponga sobre ti,
Tu entorno te respetará.
No antes.
El poder no ha sido dado para dominar a otros,
Sino para ser el amo de ti mismo,
Sin eso… lo siento,
No eres nadie.

Huenupán

Frustración

Nada pude hacer, se apoderó de mi la frustración…

Y te vi,

Te vi allí, oyéndome sin escuchar,

No eras tu quien me miraba.

Impotencia por no poder hacerte salir del escondite,

Un grito que no podías percibir,

Y la soga que podía rescatarte.

Pero no,

No te animabas a tomarla,

Me sentías pero no podías verme,

Tu prisión, hermética, inquebrantable.

Respeto tu elección,

Aunque estoy seguro de que elegirías otra cosa si pudieses ver un poco mas allá de lo que te han hecho creer.

Conformidad y miedo van de la mano cuando no te atreves a mirarte de frente.

Cuando pudiendo volar, prefieres arrastrarte,

Cuando siendo capaz de salir, prefieres la oscuridad de los hábitos circulares,

Cuando teniendo la oportunidad de las posibilidades, prefieres tan solo un pequeño centímetro cúbico de ser basado en la terquedad …

Lo siento, en verdad intento pero no hay nada que hacer,

tu también eres dios.

En mi condición, no elijo esa cárcel.

Huenupán

Voluntad

Primero debías respetar la voluntad de tus padres.

Por edad.

Luego la voluntad de tus maestros.

Por conocimiento.

Luego la de tus gobernantes.

Por poder.

Luego la de tus jefes.

Por economía.

La de tu dios.

Por espiritualidad.

Te pregunto camarada,

¿Qué sentido puede tener una vida de obediencia si las ordenes no conducen a los resultados que dicen, deberían suceder?

¿Cuándo tendrás el valor de respetar tu propia Voluntad?

Por Honor y Autorespeto como Espíritu Libre.

Huenupán

¿Quién es yo?

Las paredes me mantienen a salvo,
Una muralla,
Un lugar alto y seguro desde donde observar sin ser visto.
Estoy protegido,
Pero no puedo oírte.
No logro escucharte desde aquí,
Quiero salir y tengo miedo,
Temo perder la vida,
Aunque no sé si sea vida esto que vivo,
Quiero saber qué piensas, que haces, que sientes.
Quiero saber cómo es que no sientes miedo de estar así,
Sin armas en medio del terreno.
Estamos en guerra, pero a ti parece no importarte,
No veo el miedo en tu andar.
Desde aquí te apunto con mis flechas, es un tiro certero, morirás si suelto el arco,
Y sin embargo, morirás feliz.
No,
No deseo matarte.
Bajaré, saldré de estas ruinas a explorarte de cerca,
A contarte como te veo,
No creo que lo necesites.
Quiero decírtelo, es la excusa que usaré para acercarme a ti,
Y si muero al escapar de mi trinchera,
Moriré feliz, en busca de mi libertad.
O viviré feliz indiferente a tu bajada.
Después de todo…
¿Cuál yo soy yo?

Huenupán

Fe

¿Qué es lo que me hace escribirte camarada?
¿Cómo puedo estar seguro de que me entiendes?
¿Por qué razón insisto, si ni siquiera te conozco?

Es simple.
Porque quiero
Y porque confío en que tu también estás harto.
La fe y la gloria,
Son lo único que un guerrero lleva al otro lado de la escena,
Pasando el río.
Es mi fe quien me mueve,
Es la certeza que siento al comprender que:
Si algunos pudieron,
Si yo estoy pudiendo,
Tú también puedes.
Quizás solo necesitas que te lo recuerden,
Pues bien, toma esto como un recordatorio entonces.
Ninguna de estas líneas podrá liberarte de nada,
Pero si, tal vez,
Desempañen un poco el cristal con el que miras.

Úsame,
Úsame para volver cuando las urgencias de la vida enturbien lo verdaderamente importante.
No.
No vuelvas a mí,
Retorna ti, a tu esencia.
Regrésate de la ilusión a lo único que existe:
TU.

Cuando lo comprendas, dejarás de leerme,
Y comenzarás a leerte a través mío.
Hasta entonces,
Eleva tu frente hacia cielo,
Mira las estrellas,
Siente el viento,
Respira, si, respira,
Ya estás conectado con la vida, no necesitas nada más.
Es posible.

Huenupán