¿Cuál es entonces el desafío?
Te veo esperando sin saber qué es lo que esperas,
Te escucho gemir suplicando compasión,
No haces nada por salir y lo sabes.
Ya has entendido que hablar sobre los problemas es un paso importante,
Sin embargo la simple teoría no alcanza.
Es acción lo que se te pide.
Si tú no sabes a qué te enfrentas,
Si no puedes interpretar con claridad la situación en la que te hallas,
Si te sientes cómodo reptando, arrastrándote,
Relajado y acostumbrado al zócalo,
¿Qué pretendes?
Yo se que existe un techo, y tras él,
Un cielo,
Y más allá espacio vacío,
Misterio y libertad.
Pero sé que no podré llegar hasta allí si primero no resuelvo las cosas que existen cercanas al suelo,
Mi vida, mi mundo, mi ambiente.
Estás habituado a ser como eres y no quieres cambiar tus ineficaces métodos,
Eso está muy bien, para ti.
No creo ni quiero que eso forme parte de mí
¿Hasta cuándo habrá que amoldarse a la realidad?
¿Cuándo comprenderemos que lo cierto depende del ojo con el que se mira?
Si no vas a hacer lo que dices,
Es simple,
No hables.
Pues la vida de hacedor es mucho más interesante que la de patético y cobarde criticador.
No me malinterpretes,
Deseo que esto quede bien claro:
Siempre que no contribuyas a la solución,
Tu, y lo que digas, conforman el problema.
Huenupán