domingo, 26 de septiembre de 2010

Seguir



El camino escarpado no permitía tropiezos.

Paso constante y temple de acero eran necesarios.

Sin prisa pero con firmeza,

Así se avanzaba por aquel terreno complicado.

Nadie a quien recurrir,

Nada a que aferrarse,

Tan solo la certeza de saber que más tarde o más temprano,

El paisaje cambiaría.

Y así fue, tras una saliente,

Todo el panorama se transfiguró.

Los picos dieron paso a llanos,

La pendiente se hizo menos empinada,

Vegetación y horizonte inundaron los sentidos.

En aquel sitio había oportunidades de seguir,

No había ninguna razón para detenerse,

Nunca la hay.

Con más voluntad que sentimiento,

Continué caminando,

Seguro,

Asumiendo los riesgos, enfocado.

Y el terreno volvió a cambiar,

La perspectiva dio lugar a destinos impensados años atrás,

Se transformó

Y volverá a transformarse,

Como siempre fue, como siempre será,

Afortunadamente incierto,

Te escucho mascullar desorientado:

¿Cuál es la batalla?

Lo siento,

No puedo decírtelo…

Pues el desafío es personal,

Encontrar aquello por lo cual decidas caminar y batallar,

Solo depende de ti.

Huenupán

No hay comentarios: