Niebla

Inmerso en ella,

Sin poder ver.

Siento su presencia,

A mi alrededor, en todo,

Sé que mis ojos me engañan,

Y que debo comenzar a usar otros sentidos,

Pero la costumbre es tan fuerte.

Me aferro a la idea de que la niebla se irá,

Que un viento soplará limpiando el aire…

Pero no, aquí, donde estoy,

Hay solo niebla.

Por momentos es tan espesa que tampoco puedo oír,

Ni oler, ni siquiera puedo tocar,

Porque al intentarlo todo se esfuma…

Como si no existiera.

Sé que existe una forma de ver sin abrir los ojos,

Sé que también es posible escuchar sin los oídos,

Y sé que hay otros como yo en algún espacio,

O fuera de él,

Sé que existen.

Si pudiese comprender la niebla,

Si lograra un poco más de nitidez

El viento soplaría una vez más trayendo claridad,

Dejándome ver nuevos caminos.

Y ya no me sentiría tan difuso.

Huenupán

El lado oscuro

El lado oscuro.
¿Será oscuro en verdad?
¿O dependerá de la cantidad de luz que haya en otro lado?
La fuerza de un guerrero no es lo que se ve,
Sino aquello que permanece oculto,
Envuelto en misterio,
Es aquello a lo que se teme pero que atrae con un magnetismo irresistible,
Es ese más allá que no está más allá,
Sino más acá.
En el infinito lugar que no puede ser observado con los sentidos,
Adentro.
Allí duerme un poder que puede despertar,
Que habrá que dominar,
Que puede matar…
Pero que renace y renace.
Compulsivo, aterrado,
Uno no puede dejar de cuestionar aquello que no puede ser entendido,
Y sin embargo allí está,
Implacable, dormido, indiferente,
Acechando.
Tal vez la batalla consista en rendirse
A eso que está por fuera de los opuestos,
Tal vez el poder deba matarte…
Para que puedas nacer,
Y despertar.

Huenupán

Observo

Me observo.
Hay alguien que intenta actuar a través de mí,
Es seguro, metódico, efectivo.
De pronto se va, otro toma su lugar,
Miedoso, vulnerable, incapaz, lo escucho hablar,
Se justifica, culpa, miente…
Un tercero aparece, tranquilo, despreocupado, no se toma las cosas en serio, nada puede importar demasiado.
Los tres se disputan el control de mis acciones.
Yo sigo observando,
Aparecen más, ahora son cuatro, diez, cien,
Todos hablan,
Todos tienen razón,
Ninguno sabe que observo,
No pueden.
Son construcciones, son personajes creados con impresiones del pasado.
Observo, sigo observando,
Continúa el ruido, el desorden, el combate,
Me canso de observar y tomo el control,
¡Basta!
Yo soy el real, quien mira, quien sabe, quien elige,
Quien ES.
Esta vez gané…
¿Pero hasta cuándo?
¿Qué pasará cuando deje de observar?

Huenupán

Pausa

La pausa es un segundo,
Que puede durar años.
Como siempre se dice,
El momento de quietud antes que se desate la tormenta,
¿Estás en pausa?
Prepárate,
Pronto todo se moverá.
Comienza a dejar lo innecesario en el camino,
Las prioridades cambian,
¿Cómo disfrutarás sino del paseo?
Preocupado por lo que no pudiste salvar,
¿A dónde intentas esconderte?
Ya están comenzando las primeras gotas.
Sería conveniente que tomes solo lo útil,
Y camines sonriente bajo la lluvia.
Pues así, podrás encontrar lugares donde refugiarte,
Personas que te cobijen
Y si no…
Sino el agua subirá,
Y tu segura madriguera,
Será tu fosa.

Huenupán

A veces, cuando miro

A veces, cuando miro, veo tristeza y resignación en tus ojos,
No veo ganas de cambiar, ni de intentar,
Entonces me pregunto:
¿Para qué estás aquí?
¿Qué es lo que te empeñas en soportar?
¿Por qué no lo intentas?
Te mereces un mundo mejor, una familia mejor, un empleo mejor
Mereces también relaciones que te edifiquen, personas auténticas que construyan junto a ti…
¿Por qué crees que no?
¿Acaso consideras normal la hipocresía, el miedo constante, la duda?
¿Puede ser natural la desconfianza, el egoísmo y la búsqueda del poder por el poder mismo?
¿Para qué tantos adornos que no sabrás ni utilizar?
¿No es más natural unir tu capacidad a la de otros para crear algo más completo?
¿No te suena natural el deseo sincero de verte feliz?
¿O el respeto por tus ideas aunque no las comparta?
Es raro…

A veces, cuando miro, veo tristeza y resignación en tus ojos,
No veo ganas de cambiar, ni de intentar,
Entonces me pregunto:
¿Qué te ha pasado?
¿Cómo fue que perdiste la esperanza?
¿Luego de que dolor bajaste los brazos?
Si estás aquí para hacer que tu luz brille,
Si has nacido para aportar tu grano de arena,
Si aún estás aquí, es porque puedes,
Es porque te hirieron y te dejaron dándote por muerto,
Fatigado, moribundo.
¡Pero sobreviviste!
Y creo que ha llegado el momento de comenzar a vivir de la forma en que quieres,
De una manera auténtica.

A veces, cuando miro, veo tristeza y resignación en tus ojos,
No veo ganas de cambiar, ni de intentar,
Entonces me pregunto:
¿Cómo ayudarte a recuperar la fuerza para empuñar tu espada?
Es posible, lo sé.
Por eso sigo batallando,
Quizás sólo falte uno para que la guerra finalice,
Tal vez tu voluntad sea más importante de lo que piensas,
Tal vez no, pero…
¿Qué puedes perder intentando?
Si a fin de cuentas… no tienes nada.

Huenupán

Resolver

Resolver cuestiones es un hábito al que no estamos acostumbrados.
Se te ha enseñado a analizar, a describir, a discutir…
¿Y a resolver… cuando?
Siempre se puede explicar un poco más,
Siempre será cuestión de suerte,
Siempre será el dedo divino quien indique el momento…
A veces, si, a veces no,
Depende.
La pregunta es:
¿Cómo sabrás si lo que sucede es responsabilidad tuya o no, si no intentas resolverlo?
¿Hasta cuándo nadarás en tu propia descripción única y correcta sobre como son y cómo deben ser las cosas?
Acaso no entiendes que TODOS tienen razón.
Que nadie se equivoca.
Pues lo que cada uno cree sobre el mundo así ES.
Si bien es cierto que compartimos un espacio en común,
Las realidades de cada persona distan mucho de ser iguales.
No me creas, no aceptes lo que digo,
Haz la prueba.
Fíjate si las personas de tu círculo más cercano viven en el mismo mundo que tu,
Pregúntales que piensan de la vida, del amor, del trabajo.
Escúchalos, compréndelos, mira desde allí.
Si puedes, lo más probable es que te veas envuelto en realidades paralelas que se entrecruzan y superponen continuamente.
Tener razón, a veces, te impide resolver.
Piénsalo.

Huenupán