En tu mano la espada.
¿Qué harás ahora?
Es poder lo que tienes.
Arma y protección a la vez.
Si no aprendes a usarla quizás te lastimes,
O a otros.
Y es posible que te encuentres en batallas sin sentido.
Nadie te odia en verdad,
Es solo que el manejo de tu espada, descuidado,
Provoca ofensas en quien te mira.
Tu no lo notas aunque se ve,
Que llevas el miedo en la mirada.
Relájate...piensa,
No esperes abrazos si colocas espinas en tu armadura.
Y en tu ignorancia sigues usando
Irresponsable dicho poder,
El arma hostil al frente va,
Creando guerras por desconfianza.
Tal vez, si te disciplinaras un poco,
Si buscaras quien te enseñe el manejo de las armas,
No necesites dar golpes a la nada como un idiota
Y solo pelees cuando en verdad se requiera.
Podrías devolver, a conciencia, la paz al terreno,
a tus cuerpos.
Y encontrar el sentido Real de la Guerra.
Huenupán
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